miércoles, 27 de marzo de 2013

Capítulo 19:Tratos.

 La noche le estaba proporcionando una larga espera. Pero eso le daba tiempo para pensar y para organizar las cosas a su gusto dentro de su cabeza. Ángel tenía claro que si querían infiltrarse en Ciye debían asistir a una de sus festejaciones, y para ello necesitaban a Yerick Kéldysh.

 Si Damon llevaba consigo a miembros del Círculo levantaría sospechas. Pero la amistad entre Erin, Ángel y Yerik era bien conocida públicamente, no sería de extrañar que asistieran siendo sus invitados. Claro que debía obtener su colaboración, y aunque el vampiro le debía unos cuantos favores al Círculo no sabía si les ayudaría. En esa fiesta se encontraría toda la familia de Yerick. Lo que complicaba mucho las cosas, Yerick no pondría en peligro a su adorada hija y su mujer.

 Luca le había concertado con el vampiro un encuentro en una de las zonas menos problemáticas de Boston. Desde la azotea de un edificio bastante mugriento, observaba a los transeúntes humanos, ajenos a la existencia de seres como él, mientras trazaba una estrategia para conseguir la ayuda de Yerick que llegaría en breves.

 -Siempre podrías pedirme una cita- la voz seductora de Emily rompió el silencio, interrumpiendo sus maquinaciones.

 Se dio la vuelta y miró en su dirección. Lo primero que vio de ella, fueron sus altas botas negras de tacón. Los ajustados pantalones de cuero y su escotada blusa negra de tirantes, que dejaban muy poco a la imaginación. Desde luego si fuera un necio, la idea de pedirle una cita a Emily Kéldysh le habría resultado... deseable. Pero sabía muy bien que no debía dejarse caer en las redes de esa mujer. Ella se acercó hasta quedar frente a él y elevó la cabeza unos centímetros para poder mirarlo a los ojos. Los cortos y negros cabellos enmarcaron su cara, resaltando su fiera belleza. Sus mechas pelirrojas relucían llamativas desde su perspectiva. Emily alzó la mano y acarició fugazmente su pecho, pero no la apartó.

 -Tal vez acceda- le susurró clavando su mirada castaña en él, encendiéndolo deliberadamente pues hacía tiempo que sabía cómo reaccionaba su cuerpo ante ella. Y sin más se alejó de él y fue a sentarse sobre la barandilla de la azotea- Aunque solo fuera por el bien común, claro- añadió en un susurro que solo él pudo oír.

 Emily había estado leyendo sus pensamientos, por supuesto. Su insidioso don siempre tan útil para ella. Antes de conocer a las hermanas Laurent, ella era la única oráculo que conocía cuyo don sirviera para algo, al menos sin destruirla usándolo.

 -¿De qué habla mi hija, Ángel? ¿Qué es lo que me vas a pedir?- preguntó Yerick arqueando una ceja y sin andarse con preámbulos.

 Ángel, que no había contado con que no vendría solo, suspiró profundamente y se sereno un poco.

 -Necesito que nos invites a Erin y a mí al baile de la Routh.

 Yerick lo evaluó con detenimiento, muy pensativo.

 -¿Por qué?

 - Queremos robar un objeto que se guarda en la cámara de Ebriz.- el tampoco y iba a andarse con rodeos, conocía bien a Yerick y sabía que no le gustaría que se marchara por la tangente.

 El vampiro abrió los ojos con sorpresa, pero no perdió la compostura. En su lugar guardó silencio durante un largo tiempo.

 -En ese baile estarán mi compañera y mi hija ¿Te das cuenta de lo que me estás pidiendo? Puede que consigas entrar en la cámara sin armar mucho alboroto. Pero una vez dentro tendrás aproximadamente diez minutos antes de que se den cuenta de que estáis ahí. Encontrar algo en Ebriz puede llevar semanas incluso con permiso del Consejo, es una cámara caótica hecha para perderse en ella. Y aún en el caso de que lo consiguierais, salir de allí sería prácticamente imposible. Si robas algo de esa cámara convertirás el baile en un campo de guerra, y eso sin contar con las repercusiones sociales. Ya no se tiene en muy alta estima al Círculo, como para que aún encima causéis una catástrofe en Ciye.

 En apariencia Yerick se encontraba sosegado frente a él, pero apretaba con fuerza el puño izquierdo, apenas visible desde su perspectiva. Señal de que todo aquello, no le gustaba ni un pelo. Ángel sabía que Yerick daría cualquier cosa por mantener a su familia a salvo. Si aún no se había marchado era porque en el pasado él había salvado la vida de Jessica, su inseparable compañera.

 -Lo sé.-respondió escueto, aumentando la tensión del ambiente, sabía que Yerick necesitaba tiempo para procesar todo aquello. Él sólito le pediría la información que necesitaba para convencerlo, en cuanto estuviera preparado para escucharlo. Mientras tanto mantendrían el silencio.

 -¿Qué es lo que  queréis robar y por qué?- preguntó después de un rato.

 -Una runa, más bien una piedra con forma de runa ¿Estás seguro de que quieres saber el por qué?

 -¿Te crees que yo estaría aquí si mi padre no quisiera saberlo?- preguntó Emily que permanecía a su espalda, sentada sobre la barandilla.

 -¿La traes para que me saquee la cabeza?- preguntó Ángel irritado por el comentario.

 Yerick se encogió de hombros sin ninguna clase de vergüenza. Ángel esbozó una sonrisa totalmente carente de alegría, que habría hecho estremecer a los muertos. Yerick se tensó de inmediato, preparado para adoptar una posición de ataque en cualquier momento. Habiendo visto acechar el peligro en los ojos de Ángel. Este sintió como una pequeña piedrecita impactaba contra su cabeza. No necesitaba darse la vuelta para comprobar que se trataba de la protesta silenciosa de Emily. Inspiró con fuerza y se dio cuenta de que no le convenía comenzar una pelea. Sin embargo, decidió que intercambiaría unas cuantas palabras con Emily en otro momento.

- Tenemos un problema con un Antiguo- admitió y guardó silencio esperando expectante su reacción. Sabía que el tema tocaba de lleno al vampiro que tenía frete a sí. Después de todo, él se había visto involucrado en las guerras en las que se luchaba por su extinción, siendo apenas un niño.

 Yerick se quedó inmóvil.

 -¿Un Antiguo? No quedan de esas criaturas en esta dimensión. Hace siglos que su existencia fue eliminada de ella.- las palabras fueron rudas pero Ángel no se amedrentó.

 -Este Antiguo solo lleva aquí dos siglos, no ha sido eliminado por nadie.- respondió con la misma rudeza que había recibido, midiendo la reacción de Yerick en todo momento.

 Por alguna razón que Ángel no alcanzó a comprender Yerick pareció establecer una relación.

 -Ha venido de otra dimensión. La runa es para cerrar el portal que debió abrirse. No sabía que el Círculo tenía conocimiento alguno de las runas.- parecía estar pensando en voz alta más que hablándole a Ángel.

 - No lo teníamos, hasta hace poco ¿Por qué tú sí?

-¿Olvidas cuanto tiempo llevo sobre esta mundo?- no lo hacía pero Erin llevaba más tiempo que él allí, y no parecía saber nada del asunto. Yerick interpretó con éxito lo que pasaba por su mente- Al contrario que Erin, yo siempre me he interesado por los asuntos del Consejo, y recientemente he conseguido un cargo político muy codiciado ¿Crees que habría llegado hasta ahí sin haber destapado unos cuantos secretos?

 -¿Quién más sabe acerca de ello?

 -No sabría decirte- exhaló frustrado- hay varias maneras de llegar hasta esa información y no sé cuantas personas han conseguido llegar hasta ella.

 Ángel le creyó. Yerick no le pondría trabas para encontrar al desgraciado, que había cometido la insensatez de haber traído de nuevo un Antiguo, al lugar que él consideraba su hogar. Tampoco le impediría que impartiera sobre él la justicia del Círculo.

 -¿Quién os ha dado esa información? Por lo que sé Damon Campel no ha podido obtenerla, y esa es la única alianza que se conoce que tiene el Círculo.

 -Todos tenemos nuestros secretos.

 Yerick dejó vagar su mirada hacia el infinito meditando sobre el asunto. A su espalda Ángel escuchó el ruido de los tacones de Emily que se acercaba con lentitud a su padre. En cuanto entró en su campo de visión la vio apoderase de la mano de Yerick y acariciarlo con delicadeza.

 -Papá, ayúdales por favor.

 Los ojos plateados de Yerick la estudiaron con pulcro interés y detenimiento.

 -Con una condición- anunció sin apartar la mirada de su hija.

 -¿Cuál?- preguntó Ángel algo tenso.

 -Quiero que nos presentes a vuestro informador. Tanto a mi como a mi hija. Además Erin deberá llevar a su compañera consigo. No queremos levantar sospechas antes de tiempo.

 -Hecho.

 Y con ese último monosílabo se selló el pacto que los aproximaba un poco más a la runa que necesitaban y al Antiguo

3 comentarios:

  1. Me ha encantado, como siempre. Tengo ganas ya de ver qué pasa cuando empiecen a atar cabos. Por cierto, Emily es una femme fatale, me encanta xD
    Espero que sigas pronto :3 Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajaja me ha encantado tu descripción de Emily xDD atar cabos es más difícil de lo que parece aun les queda jajajajjaja Muchos besitos.

      Eliminar
  2. ¡Cuanto tiempo sin leer esta historia! He tenido que releerme de nuevo toda la historia porque ya se me habia olvidado casi toda.. :/
    Espero que para el proximo no tardes mucho. Yo quiero mas historia de Damon y Caroline, son muy asdfghjkl. Y Cristal es super mona.
    Un beso.

    ResponderEliminar